viernes, 21 de mayo de 2010


Cuando son mayores:
Tiene amigos, aficiones e intereses distintos de los de su hermano.
Le gusta vestirse distinto del otro gemelo casi siempre.
No está demasiado celoso de los amigos de su hermano.
No teme separarse de su hermano durante las noches.
No teme que les toquen clases separadas.
Tiene amigos propios
Otra duda a este respecto que se plantea con frecuencia es si es necesario que vayan a clases separadas. Durante los primeros años, en la guardería y en etapa preescolar, pueden ir al mismo grupo, esto les dará seguridad en un paso difícil como es separarse de su madre y salir de casa. Más adelante sí que es preferible que vayan a clases separadas, sobre todo si se notan ya ciertas diferencias entre ambos y uno de ellos es por ejemplo más tímido o tiene peores resultados en el colegio. La separación evita las constantes comparaciones entre ambos y hace que se estimulen por separado.
La disciplina y el compartir.
A veces los padres se sienten tentados a regañar o disponer castigos a ambos por algo que ha hecho uno solo de los gemelos. Hay que tomar medidas por separado y no castigar a ambos por la travesura de uno de ellos, sobre todo en esos casos en que se intuye que uno planea la travesura y el otro la “ejecuta”.
También es importante que aprendan a compartir no solo entre ellos sino con los demás hermanos. Es bueno dejar que cada uno elija o pida sus propios juguetes en lugar de comprar juegos iguales para ambos, de ese modo se estimula la individualización y además se les impulsa a compartirlos.
Competición y relación con otros hermanos.
La competición entre los gemelos es un problema frecuente que ocurre desde el nacimiento, por la alimentación, la atención, etc. Es o puede ser positiva para una estimulación individual de ambos, pero en algunos casos puede llevar a rivalidad extrema.
El tipo de relación que se establece entre los gemelos es muy importante para su desarrollo y la interacción escolar. Se han descrito 3 patrones:
dependencia mutua.
dependencia unilateral.
independencia.
Aunque lo ideal es que ambos sean independientes, lo más frecuente es que uno de ellos tienda a depender más del otro y por tanto sufra más con las separaciones, comparaciones, etc., por lo que hay que prestar especial atención desde etapas precoces para ver qué tipo de relación se establece y estimular la individualización.
Los gemelos atraen mucha atención, por lo que el resto de los hermanos pueden pasar a un lugar secundario. Además si entre ellos forman una relación muy estrecha, pueden excluir al resto de la familia. Hay que prestar atención a la posible aparición de estos problemas y no dudar en elogiar a los otros hermanos e involucrarles en el cuidado de los gemelos desde el principio, favoreciendo la relación de cada gemelo por separado con el resto de la familia.

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